¿A cuál grupo perteneces?
- construyamos
- 15 sept 2014
- 4 Min. de lectura
Por Héctor Roa. Colectivo Construyamos.
Hola amigo, te invito a reflexionar sobre un interesante tema que está relacionado con la frecuente o ermanente postura, actitud, rol o respuesta que tenemos cada uno de nosotros, frente a las diferentes circunstancias o situaciones que vivimos cotidianamente y que no son de nuestro agrado. Te invito a hacer un autoanálisis para que concluyas con cuál de estas opciones te identificas y si te sientes consciente y ejemplarmente satisfecho te felicito y te invito a continuar así, pero si esta postura tuya no te agrada, te invito también a emprender un saludable cambio.
Primero te diré que en el mundo y en la vida existe una polaridad de un sinnúmero de conceptos opuestos, por citar solo uno de los más simples, te mencionaré el concepto del día y de la noche, y que entre estos dos extremos, también existe un espectro de situaciones intermedias, a estas pertenecen, refiriéndome al ejemplo, el amanecer, el día nublado o el anochecer.
Pero la polaridad humana, a la me refiero en esta ocasión es la de “Víctima o Protagonista”, que te explicaré en seguida, de una manera muy resumida a qué se refieren.
Rol de Víctima.
Quienes asumen esta postura frente a la vida, argumentan que todo lo que nos acontece indeseablemente, es producto de situaciones ajenas a nuestra responsabilidad, que son parte de un mundo exterior al cual no pertenezco, que son los demás los responsables de todos mis males: el jefe, el subalterno, el profesor, el alumno….y un largo etc. Su autorreflexión los lleva a una falsa conclusión: yo estoy bien y los demás están mal.
Su palabra frecuente es “ME”: me sacan de quicio, no me dan la oportunidad, me roban mis ideas, me cargan la mano, etc. Esta postura es paralizante, frustrante y nada productiva pero da comodidad a quien la asume y estarás de acuerdo en que existen muchas personas que asumen este rol.
Esta posición es polémica en el caso de vivencias colectivas y quienes no comulgan con este rol, argumentan que es el sistema que nos rodea, con un conjunto de factores que rigen, el que nos hace ser así, sin embargo habrá que darse cuenta de que no debemos caer en una auto-indefensión aprendida inconscientemente, de la cual
debemos despertar y meditar también en el grado con el cual estamos colaborando en la auto victimización y en un auto bloqueo, pero aún en estos casos podemos emigrar al rol de protagonista, emprendiendo por lo menos alguna acción.
Rol de Protagonista.
El protagonista, al que podemos denominar también emprendedor, abandona esa zona de confort y toma la actitud de emprender una acción para hacer un cambio, pero este cambio no puede ser de lo general a lo particular, del exterior al interior, sino a la inversa, de lo particular a lo general, del interior al exterior y por lo tanto el protagonista o emprendedor empieza por sí mismo y el cambio es un proceso personal que se inicia con el darse cuenta de la situación inconforme, es decir de concientizarse, luego crea una visión la cual es una imagen mental de una situación deseable a futuro que va determinar el rumbo hacia dónde dirigirse, en seguida toma la decisión de empezar y da el primer paso hacia la nueva situación deseable, y finalmente persevera a pesar de las circunstancias adversas hasta llegar a la meta. El protagonista o emprendedor es un líder que empieza con liderarse a sí mismo, su palabra frecuente es “YO”: yo decido, yo participo, yo colaboro, yo soy responsable, yo me hago cargo, yo puedo cambiar, yo puedo empezar, yo puedo lograrlo, etc. Como ves son muy escasas las personas que asumen este rol y es de desearse que se multiplicaran y se exponenciara su número para cambiar a este mundo. Roles intermedios.
Entre estas dos posiciones extremas existen otras intermedias, que también te las expongo en forma sintetizada:
Rol de espectador.
Esta postura es muy frecuente y su propio nombre habla de su característica: es muy cómoda porque el espectador como tal, solo se concreta a observar la situación indeseable y a quejarse de todo, no está en el escenario sino desde su cómoda b utaca, critica, censura, sanciona verbalmente, califica, solo ve el toro desde la
barrera sin arriesgarse en nada. También existe otra gran mayoría de personas se ubica en esta actitud.
Rol de Indiferente.
El indiferente, como su nombre lo dice, le es igual cualquier situación deseable o indeseable, no tiene empatía con los demás, es decir no se pone en los zapatos de las otras personas, es indolente, es desinteresada. Vive el momento inconscientemente y cuando las cosas aprietan se posiciona cómodamente en el rol de víctima. Otra gran mayoría de gente pertenece a este tipo de rol.
Amigo, para ubicarse en el rol al cual pertenecemos, se requiere de una gran dosis de honestidad y de un gran deseo de cambio, ¿Estás de acuerdo?
¡Creo amigo también, que es interesante y útil esta reflexión porque es aplicable a varias áreas de nuestra vida.
Espero que con el resumen de este tema, colabore a tu crecimiento personal!
¡Te deseo un día maravilloso!
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